Nuestra propuesta de transformación de la antigua sede del edificio de Tabacalera en Centro Nacional de las Artes Visuales, gira en torno a la transformación del esquema original de funcionamiento –tres accesos desde la calle Embajadores– para crear un nuevo eje norte-sur que permita crear un espacio unitario, un gran hall que aloje las nuevas necesidades, a partir de los 3 patios ahora existentes. Las antiguas entradas desde las calles pasarán a ser expositores desde los que se anunciará a los visitantes las actividades del Centro, y el acceso pasará a abrirse a la glorieta adyacente.

El primero de los patios albergará todas aquellas funciones previas al control de acceso. Desde el segundo patio parten los dos grupos de escaleras mecánicas que conectan la planta baja con la planta segunda, más adecuada para situar exposiciones temporales. El tercer patio dará entrada y salida a las exposiciones permanentes del Museo de Cine y del Centro de la Fotografía. Dicho carácter permanente les permitirá adaptarse mejor a los locales existentes, muy poco flexibles. La primera planta, al margen de las circulaciones principales de los visitantes, albergará aquellos espacios de uso más restringido y cuyo acceso precise acreditación.

Una construcción con cierto valor icónico y publicitario y cuya misión será anunciar la nueva institución y las exposiciones que allí se celebren, se orienta hacia la Glorieta de Embajadores y conforma la nueva imagen y el nuevo acceso al edificio. La tienda y el restaurante, ambos con horarios independientes de los de las exposiciones, se sitúan también en esta edificación.