El crecimiento de Jerez -limitado topográficamente al sur, donde se sitúan las grandes bodegas- ha dejado al centro histórico en posición excéntrica. La actividad comercial, económica e institucional -desarrolladas principalmente a lo largo del borde antiguo de la muralla al Noreste- y la falta de permeabilidad viaria Norte-Sur están en el origen del actual deterioro de buena parte del centro histórico.

Proponemos mejorar la conexión de la zona del concurso hacia el Norte y el Este, no edificando en el solar más reducido. Como consecuencia, todo el programa se concentra en un gran edificio de planta rectangular, una planta geométricamente rotunda que contrasta con el pintoresquismo del entorno, mejora la condición de las calles laterales y genera hacia el Norte y el Este un amplio espacio abierto que cumple parecidas misiones de permeabilidad y acceso que la Plaza de Belén desempeña al sur del edificio.

De la voluntad de conectar Norte y Sur se deduce incluso la sección del edificio, un plano inclinado que enlaza ambas plazas -la existente y la de nueva creación- simbolizando el carácter transitable del edificio y su dimensión pública en un entorno de marcado carácter residencial.

Este espacio que reúne el auditorio y el acceso al museo -dos huellas, dos marcas talladas sobre el plano - podría funcionar en ciertas ocasiones como una gran plaza cubierta.

El diseño del auditorio permite audiencias diversas según el tipo de acontecimiento. Puertas correderas, techos verticales y cortinajes -asegurando su resultado acústico- permiten subdividir el espacio según la intimidad. La mezcla de usos se lleva al extremo al yuxtaponer lateralmente al espacio central, la cafetería y el gimnasio, asegurando espectáculo y actividad permanentes.

Bajo el plano inclinado y con acceso desde el mismo se proyecta el museo, cuyas salas se organizan a ambos lados de un eje principal de circulación iluminado cenitalmente.

Sobre el gran espacio central se dispone una estructura conjunta capaz que incluye la escuela de flamenco y el centro de documentación , amén de cubrir las grandes luces estructurales sobre el mismo.

Los lucernarios incorporados en esta estructura -útiles asimismo como pasarelas técnicas del auditorio y peine de telones- permiten incorporar visualmente los usos en el mismo al gran vacío central, un verdadero techo con ojos”. Colocados a distintas alturas , descomponen la rotundidad de la implantación en el volumen resultante para presentarse a las modestas calles laterales con la altura adecuada.