En varias exposiciones previas de nuestro trabajo, desde  Cruz y Ortiz Buildings en la G.S.D.  de Harvard, hasta la Architektur der Synthese en la Galería Aedes de Berlín, siempre hemos pretendido mostrar y demostrar lo mismo, el carácter sintético de la arquitectura, su capacidad de engendrar una forma que resuma y concentre –que sintetice, volvemos a tropezar con la inevitable palabra – los componentes a veces contradictorios de la obra de arquitectura, desde el lugar al uso, desde la economía a la construcción o el medioambiente y aún otros que evitamos enumerar.

En esta exposición se presentan documentos originales, maquetas y croquis, difíciles de  apreciar por otros medios y que puedan, por tanto, justificar la visita. Y todos ellos son documentos de carácter seminal, es decir, que reflejan el momento en que, tras un habitualmente largo periodo, la forma surge como síntesis de lo previamente analizado.

Así, repitiendo aproximadamente y ampliando el mismo tipo de presentación de ocasiones anteriores estos materiales se presentan sobre una sucesión de mesas, las tres primeras estarán ocupadas por material relacionado con el Rijksmuseum y las otras, hasta nueve, por otros proyectos, tanto antiguos como recientes, cada uno de ellos ilustrado con pequeñas maquetas y croquis, es decir, los instrumentos para nosotros imprescindibles en los momentos iniciales del proyecto.

Esas tres primeras mesas  sobre el Rijksmuseum tratan de explicar cuales fueron las ideas iniciales presentes en la remodelación del edificio. El girar el eje de simetría del edificio – del Norte-Sur original de Cuypers a uno Este-Oeste que refuerce la conexión transversal bajo el pasaje –la recuperación y unión de ambos patios para generar un nuevo espacio público, un gran hall previo a tickets y capaz de albergar el siempre creciente número de visitantes,  la aparición de los chandeliers y su diseño y el propósito en fin de generar una nueva arquitectura capaz de yuxtaponerse y completar la existente sin abusar del contraste entre lo nuevo y lo existente. Confiar con ello en que el edificio pueda así entrar en una nueva etapa de su vida con una cierta naturalidad , de manera no tan distinta a como  lo hacemos los seres vivos.

Queremos agradecer a la Biblioteca Pública de Amsterdam esta oportunidad de mostrar nuestro trabajo y asimismo a las otras instituciones que nos están dando su respaldo,  ARCAM o el propio Rijksmuseum. Se marca así, con precisión, una fecha importante en nuestra trayectoria profesional, profundamente marcada por la renovación del Rijksmuseum y en paralelo, por otros proyectos holandeses que han contribuido a hacer que no solo nuestro trabajo, también nuestras vidas, hayan incluido un importante componente, gozosamente holandés, durante los últimos años.