La finca en la que se asienta la edificación se encuentra dentro del Parque Natural de la Sierra Norte, en la provincia de Huelva, por lo que las condiciones para realizar cualquier intervención edificatoria son muy restrictivas, casi limitadas a la renovación de lo existente. Se aprovechó la existencia de restos de una majada de ganado para realizar una remodelación y ampliación de la misma de manera que pudiera albergar una vivienda. Constaba la misma de una estancia cubierta a dos aguas de aproximadamente 8 x 8 metros y un patio anexo de dimensiones parecidas. Todo ello realizado con mampostería de piedra del lugar, manteniendo la volumetría de que se disponía y colocando una cubierta que se inicia en pendiente para posteriormente continuar casi horizontal, tan solo un 2% de inclinación. Se consigue albergar dentro de este espacio un programa de dos dormitorios y sus baños y una gran sala de estar. Se ha realizado una edificación anexa separada del volumen previamente existente por un porche. Tanto éste como la edificación anexa comparten con la edificación principal esta misma cubierta de ligera inclinación y la mampostería de los muros exteriores. El interior de la casa, en el que la piedra desaparece por completo, contrasta con la imagen de arquitectura vernácula que se ha mantenido en el exterior. La separación entre la edificación de piedra y la cubierta plana crea una ventana alta y corrida de unos 50 cms de alto que proporciona un especial aspecto a la gran estancia que sirve de zona de estar. El porche se orienta buscando las magníficas vistas de la Ribera de Huelva que rodea la finca. En el interior y a través tanto de las dos grandes ventanas abiertas en los muros como de la larga, estrecha y alta apertura, se hace presente el paisaje exterior, posiblemente el principal protagonista de esta casa.